Desafinada

Llevo algunos días, semanas incluso, con un pellizco dentro. Y todo parece seguir un orden en esta vida, excepto por el meteorito ruso y algunas cosas más… Veamos… Ah, sí, la crisis económica, pero sobre todo de valores que asola al mundo entero. Bueno, bueno… no voy volver con la misma cantinela. Entendedme cuando digo que todo sigue un ritmo natural, pues el día sigue despertándose, (en el sitio donde vivo a veces no sale el sol, por eso me parecía muy osada la expresión el sol sigue saliendo), la ciudad se pone en marcha bien temprano… El arco normal de mañana, tarde, noche se sigue sucediendo. Y sin embargo, mi pellizco sigue creciendo dentro de mí.

Ilustración de Clare Rojas
Ilustración de Clare Rojas

Cada persona tiene un escape, alguna actividad que nos ayuda a desfogarnos, descargarnos de malos rollos, quedarnos más ligeros después de unas buenas risas, un necesario lloro o incluso un momento de estar en blanco con uno mismo, que también ayuda. Hace un rato lo hablaba con mi amigo Chiqui Carabante. Hay actividades muy vocacionales, pasiones que se convierten en el núcleo central de tu vida y por las que, si no sientes verdadera pasión, de esta que no pide estar recompensada económicamente, porque las vas a hacer igualmente, no tendrían sentido. De hecho, si no fueran realmente vocacionales, son duras y rudas «nivel» que la gente pueda mirarte con cara de «estás totalmente ido de la chaveta». El cine es una de estas actividades. Por cierto, aprovecho este post para recomendar toda la filmografía de Chiqui. Si tenéis un nudo en el estómago, al ver las maravillas que ha hecho, seguro que os sentís mucho mejor. Os aseguro buenas historias, risas, lloros, reflexiones y estímulos, muchos. No es porque sea mi amigo, ¡soy fan de su trabajo antes que amiga suya!

Cartel 12+1. Una comedia metafísica
Fotograma y cartel de la última película de Chiqui Carabante. Cartel 12+1. Una comedia metafísica

Nudos internos que se van haciendo enormes y no puedes parar. Que te invaden, te ocupan sin permiso y ya no puedes echar tan fácilmente. Ya sabéis que soy bastante fiel a las redes sociales, que yo digo que es mi trabajo y aun no tengo mucho futuro laboral, pero que mientras tanto me enseñan y me hacen conocer a gente muy interesante. En relación a esto, os pongo una cita genial que habla de este tipo de situaciones y que hace unos días compartía mi amigo Iván Rotella por Facebook, por cierto magnífico sexólogo al igual que su compañera Ana Fernández Alonso, ambos de Avilés, aquí más info sobre su perfil profesional. Y aquí va la cita: “Permitir que penetre en la mente un pensamiento triste o negativo es tan peligroso como dejar que entre en el cuerpo un microbio de escarlatina. Y si se permite que allí se quede una vez dentro, es posible que no nos podamos deshacer de él en la vida… Cosas mucho más extraordinarias le pueden suceder a quien, cuando le viene a la mente un pensamiento desagradable o descorazonador, tiene el buen juicio de acordarse a tiempo y expulsarlo, poniendo en su lugar otro pensamiento grato y decididamente valeroso; y es que no puede haber dos cosas en un mismo lugar: Donde haya una rosa, hijo mío, no crecerán villanos.” (Frances Hodgson Burnett).

Al final y aunque sea en lo más profundo de nuestro interior, todos sabemos qué nos pasa, qué está provocando ese nudo o, al menos, tenemos una ligera intuición de qué puede ser. No sé cuál es tu nudo, pero sé que la frase que Iván posteaba se nos puede aplicar a todos. Tenemos miles de pensamientos positivos y cosas que dan color a nuestra vida, pero en un momento determinado decidimos prestar más atención a esas dos o tres cosas oscuras que nos preocupan y darles vueltas y hacerlas grandes y poderosas. ¿No será que al final nos desequilibramos?, ¿no será que al final nos desafinamos? Pues sí, andaba yo desafinada estos días y mucho. Con una sensación de tener que gritar e incluso tener saltar para volver a equilibrarme.

Fotografía de Sandra Lara
Fotografía de la artista malagueña Sandra Lara http://www.flickr.com/photos/cambiodefractal

La vocación de Chiqui es el cine, actividad que ha sabido hacer su vida también. La mía la escritura, la comunicación y la gestión cultural. Pues bien, nunca viene mal recordar que mientras haya pasiones, seguiremos vivos muy vivos. Entendedme con esta expresión, no vivos de mentirijilla, sino de los disfrutones de verdad. Escribir este post me ha ayudado mucho a volver a afinarme. Y eso que el sol no tiene mucha pinta de visitar la ciudad hoy. Aun así, como siempre digo, «si no sale el sol, habrá que ir a buscarlo». ¡Buena afinación tengan ustedes!

 

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